Comprar una hamburguesa: Toda una experiencia
Traspasar una puerta de cristal rodeada de enormes ventanales, caminar a lo largo del establecimiento, ponerse a la cola, observar el restaurante, sentir la calefacción en la piel, ver a los adolescentes sirviendo comida y poder adquirir un Big Mac resultan acciones cotidianas repetidas por gran parte de la población de forma rutinaria.
Concretamente un día cualquier casi una cuarta parte de la población de Estados Unidos visita un local de este tipo y lo mismo que pasa en este país puede extrapolarse, quizás con una frecuencia sutilmente menor, al resto del mundo.